La energía de ionización es la fuerza que se necesita para desprender un electrón de un átomo en estado gaseoso. Los átomos tienen carga neutra debido a que poseen la misma cantidad de protones (que presentan cargas positivas) que de electrones (con cargas negativas). Cuando el átomo pierde un electrón, se convierte en un catión, es decir, un ion con carga positiva con tendencia a unirse a otro ion con carga negativa, llamado anión, para recuperar su estabilidad. Los átomos con baja energía de ionización tienden a formar cationes.