Para producir carne se necesita mucho espacio, alimentos y agua para que el ganado crezca. Usualmente se desforestan bosques para esta práctica, atentando así contra el medio ambiente. Si disminuimos el consumo de carne, detendríamos el avance de la deforestación y preservaríamos bosques que son nuestros mejores aliados en la lucha contra el calentamiento global.