El regifting clásico ocupa la primera posición como uno de los métodos más simples y prácticos para reciclar los regalos de Navidad. Se trata esencialmente de tomar un regalo que has recibido, pero que no te sirve o no te gusta particularmente, y dárselo a alguien más que podría apreciarlo más. Este método es perfecto para reducir el desperdicio y hacer feliz a otra persona sin tener que gastar más dinero. Es importante, sin embargo, tener cuidado de a quién decides dar el regalo, para evitar situaciones embarazosas, como dar el regalo a la persona que te lo había dado originalmente. Un pequeño truco podría ser llevar un registro de los regalos recibidos para garantizar que el regifting funcione bien. Además, es recomendable volver a envolver el regalo de manera cuidada para asegurarse de que el acto de regifting mantenga un aspecto considerado y personal.